El título de este post no es una sincera y sentimentaloide declaración personal de una servidora (aunque bien podría serlo), sino el título de un libro que he descubierto escuchando el podcast del último programa de La Estación Azul, programa de RNE dedicado a la poesía y la literatura.
Al respecto de los abrazos, leía hace ya casi un año en el blog de Los Desayunos de TVE que “hay una teoría física y casi poética que dice que los seres humanos necesitamos unos 14 abrazos al día para sobrevivir con cierta tranquilidad. La falta de ese contacto se ha denominado en psicología ‘hambre de piel’. Dicen que el tacto es el primer sentido que se nos desarrolla y probablemente el último que perdemos al morir. Según Daniel Goleman, psicólogo estadounidense autor de ‘Inteligencia Emocional’, más del 90% de los mensajes emocionales que emitimos o recibimos, son a través del cuerpo y causan impactos más fuertes que cualquier palabra”. Quizás eso de los 14 abrazos diarios pueda parecer una exageración aunque esto, como todo, es cuestión de los gustos, del carácter y de las necesidades de cada cual. Yo personalmente soy una fanática de los abrazos, los necesito a diario, me atrevería a decir que, en ocasiones, abuso de ellos y los voy repartiendo a diestro y siniestro, pero es que creo que a veces nos ayudan y animan más que cualquier palabra, beso o gesto.
Me gustan los abrazos es un libro (cuya contraportada reza: “La vida es una suma de abrazos, unos curan y te hacen crecer, otros duelen y te hacen llorar. Aún así, sumemos”) escrito por José Orna e ilustrado por Rosa Blanca Miguel que recoge 48 tipos de abrazos diferentes: “los mojados dentro del mar, los secos debajo de un paraguas, los de pésame en un entierro, los abrazos lejanos en una boda con una tía segunda, los que se dan en una escalera mecánica a diferentes alturas, los que dan los niños a un muñeco…” Orna, dice haber elaborado esta colección de abrazos recordando todos aquellos que él mismo ha vivido a lo largo de su vida, pero imagino que cualquiera de nosotros podrá sentirse identificado con alguno de los que describe acompañándose de las ilustraciones de Rosa Blanca Miguel.
Aún no he leído el libro (pero espero dar con él pronto) y no se si estará incluido o no, pero respondiendo a la misma pregunta que la entrevistadora, Cristina Hermoso de Mendoza, le hace al autor, mi abrazo favorito es el que yo llamo “el trasero“, aquel en el que alguien que está situado por detrás de ti te rodea con sus brazos, bien por la cintura, o bien por alrededor de tus extremidades superiores, dejándote totalmente inmovilizada , y que suele terminar con un cálido beso en la mejilla o el cuello (NOTA: el factor sorpresa en este tipo de abrazo es imprescindible ya que cuanto más desprevenida te coge, más intensamente lo sientes).
¿Y vosotros qué decís? ¿Cuál es vuestro tipo de abrazo favorito?
pues que alegría me da
un gran abrazo
José Orna
Es todo un honor recibir un comentario del propio autor en mi blog 🙂
¡Muchísimas gracias!
Un saludo 🙂
ES LAMENTABLE QUE ALGO TAN BONITO COMO UN ABRAZO SEA ETIQUTADO COMO NEGATIVO, EL MORBO ESTA GANANDO TERRENO, CADA VEZ SOMOS MENOS LAS PERSONAS QUE DAMOS Y RECIBIMOS ABRAZOS CALIDOS…
Los abrazos no son negativos, Araceli, todo lo contrario, pero a veces nos cuesta un poco darlos.
Muchas gracias por compartir tu reflexión 🙂