La vida a veces…

… te da sorpresas, te regala buenas noticias; y es que ayer mismo me enteré por las redes sociales de que el próximo 5 de febrero sale a la venta el segundo libro de Carlos del AmorEl año sin verano. Esta noticia realmente me alegró el día, porque desde que terminé de leer su ópera prima, La vida a veces, soñaba con poder leer de nuevo algo escrito por Carlos del Amor.

Siempre he sentido una gran admiración por Carlos, por su trabajo. En casa saben que deben guardar silencio cuando, mientras vemos el Telediario, llega el momento de alguno de sus reportajes; entonces yo me quedo pegada a la pantalla del televisor, embobada, disfrutando de esa magia que desprenden todas las piezas que crea. Porque Carlos es un auténtico mago de las palabras, de lo desapercibido, de los enfoques diferentes, de las historias mínimas. Y todo eso lo ha recogido también (y tan bien) en La vida a veces.

El libro, que inicialmente se iba a llamar Fuera de cobertura, abre con el poema de Jaime Gil de Biedma que le da nombre, y le siguen veinticinco pequeñas historias, divididas en cinco apartados (Espacios, Oficios, Accidentes, Coincidencias e Interacciones), que hablan de frustración (la de ese escritor al enfrentarse a la hoja en blanco, que no es otro que el propio Carlos cuando escribía La vida a veces), de amor (el que hace que Miguel pida que le entierren mirando a su esposa Teresa), de ilusión (la de los “esperantes” en los aeropuertos), de desesperación (la del inventor de palabras cuando no se le ocurre ninguna nueva), de soledad (la de Eusebio, que murió solo en casa y nadie reparó en ello hasta veinte años después)… A todas ellas el lector puede añadir la suya propia, ya que al final del libro se incluyen unas hojas en blanco para tal fin. Y es que todo en este libro parece estar exquisitamente cuidado, desde esa redacción melódica, casi poética que emplea, hasta esa bonita portada, creada a partir de un carboncillo hecho por el suegro de Carlos y que refleja perfectamente lo que quería transmitir: “Si nos lo proponemos, somos capaces de levantar el mar”.

La vida a veces es dura, y cuando comencé a leer este libro lo estaba siendo conmigo. Quizás por mi excesiva sensibilidad en aquel momento, lloraba y lloraba tras leer cada capítulo, porque la realidad a veces duele. Reconozco que me costó enfrentarme a las historias de La vida a veces, pero al final me resultaba reconfortante imaginarlas en la voz del propio autor, como si de sus reportajes se tratara. La vida a veces es dura, pero afortunadamente existen los magos, existe la magia.

2 Replies to “La vida a veces…”

  1. Me ha encantado el post y me han entrado ganas de leer el libro. Un besazo guapa

  2. […] sin verano volvemos a encontrarnos con esas pequeñas historias con las que tanto disfrutamos en La vida a veces, incluso recuerda a su último relato, que se desarrolla en una comunidad de vecinos, y en el que […]

Deja un comentario