Las claves del éxito de “La forma del agua”, la última película de Guillermo del Toro

No soy una persona excesivamente cinéfila (suelo ver más series que películas) y tampoco soy una entendida en el séptimo arte, pero creo ser capaz de reconocer la calidad de una obra cinematográfica cuando la visiono, como en el caso de La forma del agua, el último largometraje de Guillermo del Toro. Cuando comenzaron a promocionarla y descubrí cuál era su argumento, no me resultó para nada atractivo; sin embargo, el hecho de que le llovieran los premios (Óscar, Bafta, Globos de Oro, etc.) y estuviera arrasando en las taquillas llamó enseguida mi atención. ¿Cómo era posible que una película que cuenta la peculiar historia de amor entre una chica y una criatura humanoide-anfibia cautiva en un laboratorio gubernamental secreto pudiese estar cosechando tantos éxitos? Logré responder a esa pregunta el pasado sábado cuando, dos horas después de que mi chico y yo nos sentáramos en las butacas del cine, aparecieron los títulos de crédito de La forma del agua. “¡Menuda belleza de película!” – exclamé justo cuando terminó y, acto seguido, me puse a enumerar todo aquello que me había gustado de la película y que creo que, además, son las claves de su éxito:

La forma del agua es un homenaje al cine en toda regla. Cuando descubres a una de sus protagonistas, Elisa Esposito, es inevitable ver en ella a la adorable Amélie, el personaje que consagró a la actriz Audrey Tautou allá por el año 2001. De hecho, algunos planos y escenas recuerdan a los de la película francesa, tal y como lo ha recogido un usuario de Vimeo en este vídeo (cuidado con los spoilers); en él aparecen también otras películas en las que Guillermo del Toro parece haberse inspirado: La mujer y el monstruo (1954), Amelie (2001), Delicatessen (2001), Splash (1984), Royal Wedding (1951), etc. Sin embargo, todo este asunto de las influencias y la inspiración le han traído algún que otro quebradero de cabeza al director mexicano ya que ha sido acusado de haber plagiado una obra de teatro de 1969, Let me hear you whisper, del escritor Paul Zindel, así como un cortometraje holandés llamado The space between us. A veces la línea que separa el modelo que te sirve de inspiración con el resultado final de tu propia obra es tan fina que pueden ocurrir estas cosas, pero más allá de las polémicas siempre resulta agradable y hasta curioso toparte con este tipo de reminiscencias cuando ves una película.

– La perfecta banda sonora compuesta por el francés Alexandre Desplat. Otro de los elementos que llama la atención de La forma del agua es la cuidada música que la acompaña, que desempeña un papel fundamental en el desarrollo de la trama y que, además, ha obtenido el Óscar y el Globo de Oro a la mejor banda sonora y el premio Bafta a la mejor música original. Los títulos de las canciones hacen referencia a escenas y elementos concretos que tienen cierta relevancia en la película y las melodías guardan también una estrecha relación con ellos. A las composiciones de Deplat se unen, además, otro tipo de canciones francesas de los años sesenta, como la versión de 2006, de Madeleine Peyroux, de La Javanaise, o el clásico de 1941 Chica chica boom chic, de Carmen Miranda. A este variado grupo de canciones se une también You’ll Never Know, un viejo tema de Harry Warren y Mack Gordon arreglado por Desplat para la película y que es interpretado por la propia protagonista, Renée Fleming, acompañada por la London Symphony Orchestra.

– Conjunción de planos originales y logrados efectos especiales. Ya os he dicho antes que no soy experta en cine y mucho menos en planos; sin embargo, en cada escena se puede percibir el esmero con el que ha sido grabada, cuidando cada detalle y eligiendo en cada una de ellas el plano que mejor pudiera transmitir las sensaciones del personaje en ese momento concreto. En cuanto a los efectos especiales, cabe destacar, sobre todo, la lograda apariencia de anfibio del actor que lo encarna, Doug Jones, así como la delicadeza de las fantasiosas escenas bajo el agua, que transmiten mucha paz y ternura.

– Un elenco de lujo. No son muchos los personajes que dan vida a la historia que cuenta La forma del agua, pero creo que su elección ha sido más que acertada. Entre los personajes secundarios nos encontramos con la siempre genial Octavia Spencer, conocida por sus papeles en Criadas y señoras (2011) y Figuras ocultas (2016), así como a Richard Jenkins, que se inició en el cine con papeles cómicos, pero que, en los últimos tiempos ha encarnado a personajes de tinte más dramático. No obstante, las actuaciones más increíbles son las de los protagonistas, Sally Hawkins y Doug Jones, que interpretan, respectivamente, a una joven muda que trabaja como limpiadora en un laboratorio secreto del gobierno en Baltimore durante la Guerra Fría, a principios de la década de 1960 y a una criatura que ha sido capturada en un río sudamericano y que está siendo estudiada en dicho laboratorio. A pesar de la mudez del personaje de Hawkins, esta casi desconocida actriz británica logra transmitir todo tipo de sentimientos y emociones a través de las expresiones de su rostro y sus ojos, así como de los gestos y su forma de comunicarse con las manos. Mas difícil era el reto de Doug Jones ya que el personaje al que interpreta es un anfibio humanoide con apenas expresividad y que solo emite sonidos, pero, aún así, junto a Hawkins, consiguen recrear escenas llenas de complicidad en las que la falta de palabras y de verbalización no suponen un impedimento para contar una historia de amor tan bonita como la que viven la chica muda y el extraño ser acuático.

En definitiva, la última película de Guillermo del Toro es una auténtica delicia, uno de esos filmes que no es lo que parece, una fábula, una oda a la fantasía, un homenaje a todos esos cuentos que leíamos cuando éramos niños con amores imposibles, bellas y bestias que se enamoraban y cuyas desgracias se solventaban con sencillos besos de amor.

Si habéis visto La forma del agua y os ha gustado tanto como a mí, contádmelo en el apartado de comentarios; y si, por el contrario, no os ha gustado nada, ¡contádmelo también! Y para todos aquellos que no la han visto, os dejo el tráiler para que os animéis a hacerlo. 

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