En una ocasión leí que la connotación positiva de la palabra ilusión, la que la relaciona con conceptos como alegría, felicidad o esperanza, es propia únicamente del español; en las demás lenguas solo se entiende la ilusión como algo engañoso, falso o irreal. Curioso, ¿verdad? Este tipo de peculiaridades lingüísticas siempre me han llamado mucho la atención. Precisamente compartí hace unos días a través de mi perfil en Twitter, un artículo sobre palabras imposibles de traducir al español, que aparecen recogidas en el libro publicado por el lingüista y periodista holandés Gaston Dorren: Lingo. Guía de Europa para el turista lingüístico. La artista neozelandesa Anjana Iyer llevó a cabo un proyecto similar al de Dorren en 2014 llamado Found in translation, que consistió en explicar a través de ilustraciones el significado de palabras de diversos idiomas que no tienen una traducción equivalente en inglés. Todos esos términos procedían del libro The Meaning of Tingo and Other Extraordinary Words from around the World, de Adam Jacot de Boinot.
¿No os resulta fascinante que los noruegos tengan una sola palabra para referirse al hecho de sentarse al aire libre en un día soleado a disfrutar de una cerveza? ¿Y que los japoneses puedan describir el acto de ir dejando libros recién comprados en pilas de libros sin leer utilizando la expresión Tsundoku? Supongo que a ellos también debe llamarles la atención que en castellano dispongamos de un término para hacer referencia a una persona sensible al frío y a las bajas temperaturas 😛
¿Qué os ha parecido el proyecto de Anjana Iyer? ¿Conoces alguno similar? Háblanos de él en los comentarios 🙂